Érase una vez un gato que vivía en una casita. El gatito se llamaba Arturo, y le gustaba mucho jugar.
Cuando quería jugar se iba al parque con una gatita llamada Tina. Arturo y Tina se lanzaban por el tobogán, jugaban al fútbol, a lanzarse un disco... pero, de repente, Arturo resbaló y se cayó en un charco de barro.
Tina le ayudó a levantarse y le preguntó:
- ¿Te encuentras bien Arturo?
- Si, no me he hecho daño pero... "¡puag!" ¡estoy muy sucio!
Tina propuso a Arturo que se fueran a su casa para que tomase un buen baño.
Cuando llegaron a casa, Arturo se quitó la ropa y se metió en la ducha. Primero se mojó todo el cuerpo, luego se frotó con gel, se lavó el pelo, se aclaró la espuma y finalmente se secó con su toalla y se puso ropa limpia.
- ¡Qué bien hueles! - le dijo Tina -.
Arturo estaba tan contento que invitó a Tina a merendar, y los dos pasaron la tarde jugando y leyendo cuentos.
Y colorín colorado... ¡este cuento se ha acabado!
Y colorín colorete... ¡por la chimenea sale un cohete!
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Hermoso cuento! A mis alumnos le gustó
ResponderEliminarSaludos!!! desde Biblio Escuelas. Argentina
¡Muchísimas gracias Patricia! Un besito!!
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