domingo, 20 de diciembre de 2009

LA CEBRA CAMILA

¡Hola peques! Aquí tenéis un cuento muy chulo titulado "La cebra Camila", espero que os guste mucho. ¡Un besito!

viernes, 18 de diciembre de 2009

Aquí os dejo un cuento muy chulo sobre la llegada del invierno y la Navidad. ¡Qué bonita es esta época del año! En el cole lo estamos pasando... ¡FENOMENAL!
¡Que os guste mucho!

martes, 15 de diciembre de 2009

¿POR QUÉ EN NAVIDAD PONEMOS UN ARBOLITO EN CASA?


Una de las tradiciones más bonitas de la Navidad es poner un arbolito adornado en nuestras casas. Ese arbolito se llama abeto, y tiene una leyenda preciosa:


Hace mucho, mucho tiempo, en Belén toda la gente estaba muy contenta porque había nacido el Niño Jesús. Los pastores, las lavanderas, los niños, y todos los demás habitantes de Belén se acercaron al portal para hacer regalos a Jesusito.
Muy cerca de allí vivían una palmera, un olivo y un abeto que, al ver tal trasiego de gente, tuvieron ganas de llevarle algún regalo.

La palmera, con aire chulesco, dijo: "Yo le llevaré unos ricos dátiles para que él y su familia puedan saciar su hambre".
El olivo, escuchando a su compañera, dijo aún más chulo: "¡Eso no es nada! Yo le llevaré mis riquísimas olivas y madera de mi tronco para que puedan hacer una hoguera y calentarse".
Y el abeto... el abeto estaba muy triste, y les dijo a sus amigos... "¿Y yo? ¿Qué puedo regalarle al Niño Jesús? No tengo nada..."

La palmera y el olivo se reían de él, y le decían: "es verdad, tu resina es pegajosa y tus pinchos harían daño al Niño Jesús, ¡tú no puedes ofrecerle nada!".
Aquella noche, el pobre abeto se durmió llorando...

Desde el cielo, la luna había observado todo lo ocurrido, y le dijo lo siguiente a algunas de sus estrellas: "Estrellitas, el abeto está muy triste porque no puede regalarle nada al Niño Jesús, ¿por qué no bajáis hasta Belén, os posáis sobre sus ramas, y tú, la más brillante, te pones en la punta más alta? Así será el árbol más bonito de todos y él mismo será el regalo para el Niño".

Las estrellas bajaron a Belén muy contentas y se posaron en las ramas del abeto. Al día siguiente, cuando el abeto se vio tan bonito, su alegría despertó a la palmera y el olivo, que se quedaron boquiabiertos ante la belleza de su compañero.
Ese mismo día, los tres fueron a presentar sus regalos al Niño Jesús, y... ¿sabéis lo que ocurrió?, pues que entre todos los regalos, el Niño Jesús levantó sus manitas hacia el abeto, como queriendo tocar aquellas lucecitas que brillaban sobre él, y fue su regalo favorito, pues se quedó mirándolo durante todo el día.

El abeto por fin fue feliz, y nosotros, como recuerdo, ponemos un árbol de Navidad en nuestras casas.

sábado, 12 de diciembre de 2009

EL CONEJITO BURLÓN

He aquí la pequeña historia de un precioso y descarado conejito, que se burlaba de todos los animalitos del bosque... ¿qué ocurrirá con él? ¿qué haran los demás animalitos al ver que se burla de ellos? Descúbrelo...

Vivía en el bosque verde un conejito dulce, tierno y esponjoso. Siempre que veía algún animal del bosque, se burlaba de él. Un día estabada sentado a la sombra de un árbol, cuando se le acercó una ardilla.

- Hola señor conejo.

Y el conejo mirando hacia él le sacó la lengua y salió corriendo. Que maleducado, pensó la ardilla. De camino a su madriguera, se encontró con una cervatillo, que también quiso saludarle:

- Buenos días señor conejo; y de nuevo el conejo sacó su lengua al cervatillo y se fue corriendo. Así una y otra vez a todos los animales del bosque que se iba encontrando en su camino.

Un dia todos los animales decidieron darle un buena lección, y se pusieron de acuerdo para que cuando alguno de ellos viera al conejo, no le saludara. Harían como si no le vieran. Y así ocurrió.

En los días siguientes todo el mundo ignoró al conejo. Nadie hablaba con él ni le saludaba. Un día organizando una fiesta todos los animales del bosque, el conejo pudo escuchar el lugar donde se iba a celebrar y pensó en ir, aunque no le hubiesen invitado.

Aquella tarde cuando todos los animales se divertían, apareció el conejo en medio de la fiesta. Todo hicieron como si no le veían. El conejo abrumado ante la falta de atención de sus compañeros decidió marcharse con las orejas bajas.

Los animales, dándoles pena del pobre conejo, decidieron irle a buscar a su madriguera e invitarle a la fiesta. No sin antes hacerle prometer que nunca más haría burla a ninguno de los animales del bosque.

El conejo muy contento, prometió no burlarse nunca más de sus amigos del bosque, y todos se divirtieron mucho en la fiesta y vivieron muy felices para siempre.